Desde su nacimiento, Nyx ha sido prometida al malvado gobernante de su reino todo por un trato temerario de su padre. Desde entonces han estado entrenándola para matarlo. Traicionada por su familia y obligada a obedecerla, Nyx clama contra su destino. En su decimoséptimo cumpleaños abandona todo lo que conoce para casarse con el todopoderoso e inmortal Ignifex. ¿Su plan? Seducirlo, desarmarlo y romper la maldición que pesa sobre su pueblo desde hace novecientos años.Pero Ignifex no es lo que Nyx esperaba. Su encanto, la seducción, y su castillo un mágico laberinto de habitaciones en movimiento, la tienen cautiva. Mientras Nyx busca una forma de liberar a su pueblo descubriendo los secretos de Ignifex, se sentirá involuntariamente atraída por él. Aun atreviéndose a amar a su enemigo, ¿cómo negar su deber de matarlo?
ALERTA DE SPOILERS
«No nací para ser salvada»
Nyx siempre ha sido una joven con el corazón oscurecido y lleno de odio (el mismo odio que oculta a todos sus conocidos, para aparentar ser una chica educada y recta) pero, el odio que tiene en su interior no es realmente su culpa, sino más bien de sus familiares más cercanos: Un padre que prefiere no encariñarse con ella para así no sentir después su pérdida, una hermana que odia ya que siempre ha sido la favorita de la familia y no tiene que llevar el peso de su desdicha y una tía que poco tiempo ha reemplazado el hueco en la cama de su madre y, para añadirle más drama, también odia a su madre muerta por ponerla en esa situación.
Cuando cumple los diecisiete años, Nyx se ve obligada a dejar todo cuando conoce y viajar hasta el Castillo de Ignifex, su esposo. Todo eso gracias a un trato que hizo su padre con él mucho antes de su nacimiento y que, para su desgracia es ella quien tiene que pagar el precio. No obstante, Nyx aceptó su realidad años atrás, celosa de todo el mundo por tener una libertad que a ella no le iba a ser concedida y con la única misión de matar a su esposo y así librar su pueblo de la maldición que los tenía encarcelados sin poder ver el sol, la luna o las estrellas en el cielo.
Cuando cumple los diecisiete años, Nyx se ve obligada a dejar todo cuando conoce y viajar hasta el Castillo de Ignifex, su esposo. Todo eso gracias a un trato que hizo su padre con él mucho antes de su nacimiento y que, para su desgracia es ella quien tiene que pagar el precio. No obstante, Nyx aceptó su realidad años atrás, celosa de todo el mundo por tener una libertad que a ella no le iba a ser concedida y con la única misión de matar a su esposo y así librar su pueblo de la maldición que los tenía encarcelados sin poder ver el sol, la luna o las estrellas en el cielo.
«Podríamos haber conseguido la felicidad en nuestra tragedia si hubiéramos tomado las decisiones correctas y los deseos acertados. Si hubiéramos sido más buenos, más valientes, más puros. Si hubiéramos sido cualquier cosa excepto lo que fuimos»
El toque de oscuridad, los demonios que aparecen de las sombras y vuelven loco a todo aquel que los ve y el castillo, dan un toque diferente a ésta historia. Ignifex con ese toque misterioso y letal a la vez me ha cautivado por completo y no tengo nada malo que decir de él. También me encantó que el castillo fuera diferente a los que estamos acostumbrados y me dejé llevar por el papel que tenía éste, ya que para mi opinión el castillo juega un papel protagónico, mucho más significativo incluso que los propios protagonistas.
No obstante y, a pesar de que me leí el libro en una tarde ya que es ligero, han habido cosas que no me han llegado a convencer del todo.
«Soy tu esposo. Puedo esperar todo el tiempo para complacerme y todavía tendía todo de ti»
En conclusión: A pesar de que tiene sus pros y sus contras, es una historia que vale la pena darle una oportunidad. Dejando a un lado los puntos que he comentado que no me han parecido los más acertados para la trama, Belleza Cruel es un libro que nos mete de lleno en los deseos más oscuros de las personas y te da a entender que no todo lo malo tiene porqué ser realmente malo.
3,5 / 5
